Los efectos de las situaciones de emergencias súbitas o catástrofes sobre la alimentación y la nutrición se relacionan con la pérdida de la capacidad habitual que tiene la población de producir y distribuir alimentos, generar ingresos, tener acceso a recursos naturales y servicios (deterioro de la seguridad alimentaria), y a la alteración de las posibilidades de cuidado, de las condiciones sanitarias y de la prevalencia de enfermedades (deterioro de la nutrición).
Esto puede traer aparejado una alteración de estado nutricional de la población, debido a su impacto sobre uno o varios componentes de la cadena alimentaria, que dependerán del tipo de duración y magnitud del desastre, así como de las condiciones de alimentación y nutrición que existan previamente en la zona afectada.
Lo antes mencionado hace evidente la importancia de poner en marcha mecanismos de cooperación entre organismos gubernamentales y no gubernamentales que permitan obtener información clara, acerca de las necesidades alimentarias durante y después de presentada la situación de contingencia.
Desde el punto de vista de la salud y la seguridad alimentaria, el Licenciado en Nutrición con experiencia en control de riesgos y manejo de emergencias, tiene un rol clave en el desarrollo de los protocolos de actuación en esta materia, que permiten garantizar la eficacia de la ayuda alimentaria.
Rol del Licenciado en Nutrición en situaciones de Emergencia
- Colaborar con las autoridades locales y otros organismos en las actividades prioritarias.
- Adaptar el plan de contingencia a los cambios que se presenten en el día a día.
- Prevenir la malnutrición en la población afectada por el desastre determinando las necesidades nutricionales de la misma
- Evaluar la provisión de alimentos, su inocuidad y evitar las enfermedades transmitidas por los mismos.
- Priorizar la provisión de alimentos donde hay necesidad urgente, (poblaciones aisladas, instituciones, hospitales, refugios, socorristas y personal de ayuda).
- Identificar proveedores de alimentos, (depósitos locales, y en provincias vecinas, organizaciones de ayuda alimentaria, etc.).
- Buscar medios de transporte, almacenamiento y distribución que sean adecuadas para el transporte de alimentos.
- Asegurar que los almacenes tengan buena ventilación y luz; y los alimentos se coloquen sobre tarimas que permitan circulación de aire, evitando la proliferación de roedores y otros vectores.
- Realizar los menues y las raciones alimentarias diarias, contemplando las necesidades de grandes grupos de población afectada, vigilando el estado nutricional y teniendo en cuenta las situaciónes que pueden presentarse como enfermedades crónicas preexistentes, embarazo, lactancia, adultos mayores
- Si los damnificados se hallan en albergues sin posibilidades de cocinar, los alimentos tendrán que distribuirse ya cocinados, asi como la leche de preferencia debe ser fluida, larga vida.
Recomendaciones generales a la comunidad
Donar alimentos y agua que tengan al menos 6 meses de fecha de caducidad
Evitar donar productos cuya fecha de vencimiento haya caducado
Eliminar aquellos con envases dañados o abiertos
Desechar latas de alimentos que estén abombadas, rotas u oxidadas,
Consultar con los organismos recaudadores acerca de que productos son necesarios. Por ej., Leche fluida larga vida o en polvo. Harina para panificar o galletitas. Etc.
Lic. Patricia Perricone.
Cátedras:
Fisiopatología y Dietoterapia del Adulto.
Técnica Dietoterápica
