El 26 de octubre de 1977 se detectó en Somalia, áfrica el último caso de viruela por contagio natural en el mundo, enfermedad que durante siglos había sembrado el terror y causado la muerte de millones de personas. Casi tres años después, el 8 de mayo de 1980, la Asamblea Mundial de la Salud declara solemnemente en una reunión histórica (Resolución WHA33.3), que el "objetivo cero" se había alcanzado: la viruela había sido erradicada de la tierra.

La viruela era una enfermedad temida en el mundo, mas que cualquier peste o plaga. Solo en el siglo XX trescientos millones de personas murieron por esa causa. Hasta 1967, todavía ocasionaba entre 10 a 15 millones de casos al año, de los cuales morían de 1,5 a 2 millones de individuos. Por consiguiente, la erradicación de la viruela es uno de los acontecimientos más importantes en la historia de la humanidad, Con su desaparición también se eliminó una de las causas de la ceguera, la desfiguración grave y otras lesiones incapacitantes de los supervivientes. Se trata de la primera enfermedad totalmente vencida por el ser humano gracias a una acción mundial concertada, mediante un plan con asignación de recursos, metas fijadas, programas de vacunaciones y técnicas de vigilancia de casos. Este hecho constituye un ejemplo admirable de lo que se puede conseguir cuando todas las naciones del mundo aúnan sus esfuerzos en pos de un mismo logro. Además, su eliminación determinó que los países podían utilizar recursos antes utilizados en la lucha antivariólica, a otros problemas de salud pública y que los viajeros no necesitaran presentar certificados de vacunación.