El Día Mundial del Paludismo, instituido por la 60ª Asamblea Mundial de la Salud en mayo de 2007, supone un reconocimiento de los esfuerzos desplegados en todo el mundo para controlar eficazmente la malaria.

Aunque los esfuerzos han sido amplios, hay que acelerar su ritmo. En la Estrategia técnica mundial de la OMS contra la malaria se aboga por una reducción de los casos y las muertes por paludismo en un 40% en 2020, en comparación con las cifras de 2015. Al respecto, menos de la mitad (40) de los 91 países con transmisión del paludismo están en camino de alcanzar estas metas.

En el marco de estas voluntades, la estrategia técnica mundial contra el paludismo 2016-2030, aprobada por la Asamblea Mundial de la Salud en mayo de 2015, ofrece orientación y apoyo a los programas nacionales y regionales de los países que cuenten con este padecimiento, en su labor de lucha y eliminación del mismo.